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Historia con moraleja

Publicado por pichoncito, 01 de Enero , 2008, 17:11:23

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pichoncito

Hoy encontramos un pichón caído cerca de la entrada del dto. donde estabamos acariciando a una gatita callejera , pero muy sociable y mimosa, que de tanto en tanto se aposenta en la entrada del edificio donde viven mis hijos. La madre del pichón estaba revoloteando y piando desesperada alrededor de él. Edgar, mi pareja, lo agarró mientras yo sostenía a la gatita que, en realidad, ni se había percatado de la presencia del pichón que estaba en la vereda a unos metros de ella. Tras buscar el nido en las cercanías y no encontrarlo y sin dar tampoco con un lugar accesible y seguro para dejarlo y que su madre lo alimentara decidimos llevárnoslo y tenerlo hasta que aprendiera a volar y liberarlo. Edgardo ya habia pasado por lo mismo en otra ocasión y el pichon que recogieran con otra persona en ese entonces había sobrevivido y echado a volar. El tenía algunos conocimientos sobre como proceder y yo busqué información en Internet. Así llegué a este sitio y leí lo escrito por la Dra. Graciela acerca de que no es fácil criar a un pichón hasta que aprenda a volar y que es preferible dejarlo en un sitio seguro, si es posible, para que la madre u otras aves lo alimenten. Me descorazoné un poco pero mantuve en mi mente este dato. Después de darle agua y papilla de galleta con agua, lo que costó un poco no disponiendo de una jeringa (hoy es feriado y están los negocios cerrados), improvisarle un "nido" y dejarlo en la cocina porque nos pareció el lugar más seguro para empezar, supusimos que todo podría seguir bien. A las dos horas intenté darle nuevamente de comer y beber yo sola porque así tendría que hacerlo en el futuro. Me resultó imposible. Si bien el pichón parecía tranquilizarse con mi voz y hasta me permitía unas suaves caricias en su lomo para irlo familiarizando conmigo, pasadas las dos primeras horas empezó a inquietarse visiblemente y ya no me permitía acercarme. También comenzó a piar más fuerte y sostenidamente. Intuí que pasado el susto inicial de la caída y el rescate y traslado por dos "seres extraños" estaba reclamando a su madre. Hablamos con Edgar y decidimos volver a mirar en el lugar que lo encontramos tratando de elegir algún sitio medianamente seguro y dejarlo alli con la esperanza de que su madre lo encuentrara y lo alimentara. De los lugares posibles ninguno nos pareció ideal, pero había que elegir uno. A esta altura nos cuestionábamos no haber hecho ésto desde un comienzo cuando su madre se encontraba en el lugar. Estábamos angustiados. Optamos por dejarlo sobre un paredón que daba a un terreno baldío, a unos pocos metros de donde lo encontráramos, que tenía unos enormes carteles en su frente que sobresalían unos 30 cm por sobre el muro. Edgar pensó que esto le daría una protección adicional. Yo no estaba muy convencida. Lo subimos allí y nos alejamos un poco para mirar que ocurría. Enseguida el pichón empezó a piar sostenidamente. Después de unos minutos de angustiosa espera ¡apareció la madre y se acercó a él!. Luego de unos minutos echó a volar, supusimos en busca de alimento para el pequeño. Edgardo había estado acertado en la elección del lugar. Desde esta experiencia confirmamos lo que dice la Dra. Graciela: buscarle un sitio lo mas seguro posible en donde lo encontraron y dejarlo allí para que su madre lo encuentre y lo alimente o, tal vez, otra ave. Creemos que esta es la primera y mejor opción a tener en cuenta antes de evaluar otras. No es mucho lo que conocemos de estos animalitos y con nuestra mejor intención de salvarlos podemos estar haciendo lo contrario. Queremos aprovechar para agradecerles por el apoyo y la información que brindan en este sitio. ¡Gracias!

Telma

#1
Hola Pichoncito!
Qué hermosa historia! Fui leyéndola con un poco de ansiedad, ya que temía un final triste...pero no fue así! Personalmente, me hace muy feliz saber que hay personas como vos y Edgardo que saben apreciar la vida de un pichoncito.

Y tenés tanta razón al decir que a veces pensando que ayudamos hacemos lo contrario! Hace unos años recogí un gatito que pensé abandonado en el jardín de la casa de mi mamá. La madre del gatito apareció unos cuantos días después, buscándolo, pero yo temí que habiendo pasado tantos días no lo reconociera más y no lo cuidara...me lo había llevado a mi casa, en Capital, lejos de la casa de mi mamá en Castelar. El gatito murió a las dos semanas, pese a mis cuidados extremos; juro que lo cuidé como a un bebé, pero es más que evidente que él necesitaba a su madre, por más amor que yo pudiera darle. Todavía me acuerdo de él (Pastís lo llamamos) y me asoman las lágrimas.

Gracias por compartir esta linda historia con nosotros.

Dra. Graciela

#2
Hola pichoncito!

Qué importante que hayas querido compartir esta historia de "final felíz" con nosotros.
Es un gran estímulo positivo, tanto para los que hacemos el sitio como para los lectores. Ncesitamos buenas noticias!!!!  [smiley=thumbsup.gif]

Gracias de nuevo! Felíz año!
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